Sexo hermoso y muy tierno, sin aspavientos ni prisas innecesarias, es obvio que el hombre está seguro de que esta dama lo consiguió no por primera vez ni por última. Así es como pueden follar las parejas que llevan más de un año casadas, la primera pasión ha pasado y sólo queda la tranquila certeza de que el buen sexo está garantizado.
El negro mira a la rubia como si fuera un mejillón que hay que abrir y comer. Este plato es sólo para su satisfacción. Y a ésta no le importa, al contrario - se humedeció aún más en cuanto vio la lujuria en sus ojos negros y en sus músculos.